Ese gesto que da significado a un día. Ese roce de complicidad, la mirada enamoradiza de la chica que sustenta con dudas, con fingido entusiasmo el aguantar los rayos de sol.
Los medios acordes a la distancia de las palabras. El pánico a oír la primera persona del plural sin que la segunda del singular concuerde.
La soledad, al fin y al cabo...
Foto: en ella, Magda. Verano 2013.
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